Cómo elegir un buen repelente de insectos para los niños
Las picaduras de mosquitos, moscas u otros insectos pueden hacer pasar un mal rato a los niños. Aunque la mayoría presenta reacciones leves en algunos casos pueden complicarse. Uno de los métodos más conocidos para proteger a los más pequeños de estas picaduras es el uso de repelentes de insectos. Por ello es importante saber conocer las diferentes variedades y saber cómo utilizarlos.
Los repelentes de insectos son compuestos químicos que, por su olor o naturaleza, ofrecen protección contra las picaduras ya que interfieren con los insectos y hacen que estos no se fijen en la piel para picar. Estos productos se aplican sobre las diversas zonas del cuerpo mediante lociones, cremas, vaporizadores, roll-on, stickgel, toallitas impregnadas, etc., a través de los cuales los principios activos se depositan en la piel. Generalmente aseguran una protección de 4 a 8 horas después de su aplicación. No matan al insecto, pero lo mantienen alejado de la zona donde se ha aplicado el repelente.
El primer paso para proteger a los niños de manera correcta es elegir entre los diferentes tipos de repelentes. Según la Asociación Española de Pediatría podemos encontrar los siguientes:
- El DEET (N, N-Dietil-meta-toluamida): eficaz contra la mayoría de los artrópodos, como mosquitos, garrapatas, pulgas y moscas. Los productos comercializados contienen desde un 15% hasta un 45% de DEET. No recomendable para menores de 2 meses, en ese caso priorizar el uso de mosquiteras.
- El picaridin/icaridin es otro repelente de insectos de amplio uso y eficaz también para muchos tipos de insectos y artrópodos. No recomendable en menores de 6 meses.
- Otros repelentes de uso tópico y eficacia probada, aunque con menor conocimiento científico, son los que llevan IR-3535, piretrina, citridiol y citronela.
- Los dispositivos electrónicos que emiten sonidos agudos y las pulseras impregnadas de repelentes no han demostrado ninguna eficacia y no se deben utilizar.
- En lugares con mucha concentración de insectos se puede rociar la ropa con insecticidas que lleven permetrina, además de utilizar repelentes en las zonas descubiertas.
- En el caso de las embarazadas Las sociedades de protección ambiental no establecen ninguna precaución especial para utilizar repelentes en embarazadas o durante el amamantamiento.
¿Cómo aplicar correctamente el repelente?
Para hacer un uso adecuado de estos productos es importante leer y seguir las instrucciones de la etiqueta o el envase. Es el adulto quien debe aplicar el repelente al niño, no hay que dejar que se lo apliquen ellos. Además, es aconsejable seguir algunas recomendaciones para que el producto sea efectivo y combinarlo con otras prácticas:
- Aplicar un poco de producto en un área pequeña de la piel para ver si no produce reacción.
- Si se utilizan aerosoles, no dirigirlos hacia la cara. Aplicarlos en las manos y luego extenderlo por la cara.
- No aplicar en heridas, cortes o piel irritada.
- Evitar ojos y boca de los niños y utilizarlo con moderación alrededor de los oídos.
- No ponerlo en las manos de los niños (pueden llevarlas a la boca).
- No aplicarlo en la piel cubierta por la ropa. Si se pone en la ropa, lavarla antes de usarla otra vez
- Si se utiliza protector solar, primero aplicar el protector solar y a continuación el repelente, ya que el protector solar puede tener sustancias que atraigan a determinados insectos. Nunca utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.
- Otra recomendación es la instalación de mosquiteras en los dormitorios y carritos de bebés.