Esta enfermedad se caracteriza por una deficiencia absoluta de insulina, por lo que precisan tratamiento con esta hormona para sobrevivir

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la elabora de una calidad inferior. Esta hormona tiene como misión fundamental transformar en energía los azúcares contenidos en los alimentos. Cuando falla, origina un aumento excesivo del azúcar que contiene la sangre, que se denomina hiperglucemia.

Una de las variantes de esta enfermedad es la diabetes mellitus de Tipo 1, o insulinodependiente, que fundamentalmente afecta en edad infantil y en adultos jóvenes, aunque también se puede diagnosticar de forma más tardía, señalan los especialistas del Hospital Universitari GeneralEste enlace se abrirá en una ventana nueva de Catalunya. Los últimos estudios epidemiológicos alertan sobre el alarmante aumento de la enfermedad en la población pediátrica.

LOS SÍNTOMAS

Se caracteriza por una deficiencia absoluta de insulina, por lo que precisan tratamiento con esta hormona para sobrevivir. Generalmente, la primera señal es

un aumento en la frecuencia de la micción (poliuria), incluyendo reincidencia de la enuresis nocturna (mojar la cama) en niños que ya saben cómo ir al baño por sí solos.

También se presentan otros síntomas como, por ejemplo, tener mucha sed (polidipsia) y sentirse muy cansado (astenia), y un aumento de apetito (polifagia). Otras señales son debilidad y agotamiento general, físico y psíquico o anorexia (falta de apetito) que origina una negatividad a tomar alimentos.

EL TRATAMIENTO

El tratamiento de la diabetes mellitus se basa en cuatro pilares: dieta, ejercicio físico, educación y medicación, los cuales están orientados a mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad.

Dieta: Es necesario un delicado equilibrio en la ingesta de carbohidratos, la insulina y la actividad física para lograr los mejores niveles de glucemia. Si estos componentes no están en equilibrio, pueden producirse amplias fluctuaciones en los niveles de glucemia. Los niños con diabetes deben equilibrar su consumo de carbohidratos con su insulina y sus niveles de actividad para mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control, sin embargo, no se trata de una alimentación restringida, sino equilibrado, por ello los niños con Diabetes "comen muy sano".

Ejercicio: La actividad física es útil y necesaria para todas las personas pero en niños y adolescentes con Diabetes se considera imprescindible. Durante la práctica deportiva se produce un aumento del consumo del combustible por parte del músculo. Las fuentes de energía se encuentran en los músculos, el hígado y la grasa corporal. Además de los beneficios en la salud en general, la actividad física es una herramienta útil para mantener los niveles de glucemia dentro de parámetros normales.

Medicación (Insulina): El páncreas del paciente con Diabetes es incapaz de producir insulina, por lo que tendrá que administrársela durante toda la vida. La insulina que fabrica el páncreas pasa a la sangre en mayor o menor cantidad, dependiendo del nivel de glucosa que tenga la sangre (glucemia) en cada momento. Será necesario adaptar el horario, los tipos de comidas, el ejercicio físico, el descanso, a este modo de actuar de la insulina. Por eso es muy importante que conozca cómo actúa la insulina que se administra, el modo de administración y las zonas de inyección. La insulina no puede administrarse por vía oral porque los jugos digestivos la destruyen.

Educación: Entender la Diabetes como una forma de vida y aplicar los conceptos fisiológicos a ella, implica una educación continuada, para finalmente lograr emplear las herramientas disponibles en el mejor control glucémico.