Rinoplastia funcional, un procedimiento para mejorar la configuración y estructura nasal y favorecer la respiración
La nariz es una estructura compuesta por una serie de huesos y cartílagos que posee una disposición estética muy importante en nuestra cara, al ocupar el centro de la misma. Está compuesta por una parte externa denominada pirámide nasal y otra interna conformada por las fosas nasales.
La función primaria de la nariz es favorecer el paso de aire externo, para que sea transportado al sistema pulmonar y llevar a cabo la oxigenación sanguínea. Además de la respiración, la nariz realiza las funciones de filtración, humidificación del aire, modificación de la temperatura, olfacción, fonación y quimiorrecepción.
El desempeño normal de la respiración a través de la nariz depende de la correcta disposición de cada elemento que conforma la nariz, del adecuado soporte de la misma y de la permeabilidad de las fosas nasales. Existen unas regiones, denominadas válvulas nasales, que son determinantes en la percepción de la entrada de aire por la nariz.
La válvula nasal interna está compuesta por el septo nasal, la cabeza de los cornetes inferiores, el suelo nasal y la unión del cartílago lateral superior con el inferior. En esta válvula es donde se concentran las mayores resistencias de la nariz y su estrechamiento induce presiones negativas que pueden conducir a su colapso y posterior percepción de obstrucción nasal.
La válvula nasal externa está formada por la porción más caudal del septo nasal y los cartílagos laterales inferiores por lo que la desviación del septo caudal, debilidad, obstrucción o mal posición de estructuras a este nivel pueden generar resistencias e inducir su colapso, con la consiguiente obstrucción nasal.
El Dr. Francisco Selvyn, del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari General de Catalunya nos explica que para llevar a cabo el estudio de la obstrucción nasal se realiza una exploración física que permite realizar una evaluación del aspecto externo nasal, del funcionamiento estático y dinámica de la nariz. Para alcanzar un diagnóstico de disfunción de la válvula nasal es necesario realizar exploraciones especiales como la maniobra de Cottle modificada o un estudio fotográfico profesional. Para un estudio en profundidad se suelen solicitar pruebas adicionales como la Rinomanometría anterior activa que evalúa los flujos y presiones intranasales y, en algunas ocasiones, pruebas de alergia para descartar la presencia de un proceso alérgico. En determinados casos, se solicitan pruebas de imagen como una tomografía axial computarizada (TAC) para descartar alteraciones anatómicas nasosinusales o la presencia de un proceso inflamatorio agudo severo o crónico.
El tratamiento inicial de la obstrucción nasal suele ser médico y en caso de una alteración anatómica evidente se suele aconsejar un tratamiento quirúrgico. La cirugía tradicional de la obstrucción nasal consiste en realizar una septoplastia (cirugía del tabique nasal) con o sin turbinoplastia (reducción de los cornetes inferiores), sin embargo el porcentaje de éxito de la septoplastia va del 43 al 85%, siendo la principal causa de su fracaso una disfunción de la válvula nasal.
El Dr. Selvyn añade que la rinoplastia funcional es el procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo mejorar la configuración y estructura nasal para favorecer la respiración a través de la nariz. Dicho procedimiento se puede realizar mediante un abordaje abierto o cerrado, siendo el primero el que permite un mejor control anatómico y una adecuada visualización para realizar la técnica seleccionada. Existen varias técnicas para corregir un colapso de la válvula nasal, siendo los que tienen mejores resultados tanto estéticos como funcionales, los que se realizan por medio de injertos de cartílago del propio paciente, que se obtienen generalmente del mismo septo nasal desviado y en algunos casos del cartílago del pabellón auricular o de costilla.
Algunos de los injertos nasales que se utilizan para tratar la válvula nasal son: los injertos expansores y autoexpansores (para válvula nasal interna), el de extensión caudal, de crura lateral y el de arco alar (para válvula nasal externa). En ciertos casos de colapso valvular externo es necesario realizar un reposicionamiento de los cartílagos laterales inferiores o una reconstrucción del armazón del septo nasal. A través de este tipo de rinoplastia se obtienen resultados satisfactorios y efectivos.
Sobre Quirónsalud
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