Pautas para el tratamiento de quemaduras leves
Una quemadura leve es aquella que presenta enrojecimiento superficial en una zona de unos 8 centímetros de diámetro, causa dolor y pueden producirse ampollas.
Enfriar la quemadura colocando la zona afectada debajo del agua corriente fresca (no fría) durante 10 minutos o aplique una compresa húmeda y fresca hasta aliviar el dolor. No aplicar hielo.
Si la quemadura está situada en las manos o en los dedos, quítese los anillos u otros objetos ajustados situados en la zona. Hágalo de forma rápida y cuidadosa antes de que se produzca hinchazón.
No explote las ampollas ya que ofrecen protección contra las infecciones. Si se revienta una ampolla, limpie la zona con agua.
Consulte con un especialista para aplicar una pomada antiséptica-antibacteriana. Si aparece un sarpullido suspenda de inmediato el uso de la pomada.
Cuando la quemadura se haya enfriado totalmente, aplique una loción que contenga aloe vera o un humectante para prevenir la sequedad y sentir alivio.
Cubra la quemadura con una venda, gasa esterilizada, o apósito limpio y seco, desinfectando con antiséptico local si hay ampolla, colóquela de forma que no haga presión sobre el área afectada. El apósito evita que la quemadura entre en contacto con el aire, lo que reduce el dolor y protege la piel ampollada.
En caso de que sea necesario, tome un analgésico como paracetamol.