Manchas Solares
El Dr. Juan Antonio Moreno del servicio de Dermatología del Hospital Universitari General de Catalunya nos explica cómo deshacerse de las manchas del sol y evitar que aparezcan más.
Las manchas del sol, también llamadas manchas de la edad o léntigos solares, son aquéllas que aparecen en las áreas de la piel más expuestas al sol a lo largo de los años, como la cara, el escote o el dorso de las manos. Son de color marrón y su tonalidad varía desde marrón claro a canela o marrón oscuro y tienen un tamaño desde pocos milímetros a pocos centímetros.
Las manchas de la edad son el resultado de la producción de un exceso de melanina como un mecanismo de defensa. La melanina es el pigmento que le da color a la piel y es la responsable del bronceado.
Se producen por la exposición acumulada a la luz ultravioleta, tanto del sol como de las cabinas de rayos UVA. Estas manchas son habituales en personas mayores de 50 años, pero también se ven con mucha frecuencia en adultos jóvenes si han tenido un exceso de exposición al sol o si tienen una piel especialmente sensible al daño solar.
Los léntigos solares pueden afectar a personas de todo tipo de piel, pero son más comunes en adultos con piel clara. A diferencia de las pecas, que son frecuentes en los niños y se aclaran cuando no hay exposición al sol, las manchas de la edad no desaparecen por si solas.
Generalmente estas manchas no causan ningún problema de salud ni se transforman en cáncer de piel pero son importantes por dos razones: la primera es que se pueden confundir con un melanoma, por lo que es importante visitar al dermatólogo, especialmente si una mancha es de aparición reciente, crece en pocos meses, tiene varios colores o varios tonos de marrón, es de color negro o sangra. Y la segunda es que es un signo de que la piel ha recibido demasiado daño
solar, por lo que es aconsejable realizar una revisión dermatológica. El dermatólogo puede diagnosticar fácilmente estas manchas con la inspección visual y la ayuda de un dermatoscopio de mano.
Así pues, la mayoría de las manchas solares son benignas, pero si no gusta cómo se ven, es posible que nos preguntemos cómo deshacernos de ellas y evitar que aparezcan más.
El primer paso para el tratamiento es la prevención: usar un protector solar de amplio espectro para evitar que aparezcan o bien para evitar que salgan más; escoger un protector solar de farmacia que sea adecuado para el tipo de piel y que sea respetuoso con el medio ambiente. El dermatólogo le orientará en la elección del más conveniente. No se olvide que la protección solar también incluye la ropa, como gorras o sombrero, las gafas de sol y evitar estar expuesto en las horas centrales del día.
Si no se está satisfecho con la aparición de estas manchas de la edad, puede conseguir aclararlas o eliminarlas. El pigmento está en la base de la epidermis, la capa superior de la piel, por lo que cualquier tratamiento destinado a aclarar las manchas debe penetrar en esta capa de piel.
En la actualidad, se ha demostrado científicamente que el láser se trata del mejor método para la eliminación de manchas o léntigos solares. El láser dermatológico de alejandrita es altamente eficaz y preciso en el tratamiento de manchas de la piel. Este tratamiento se basa en el principio de la fototermolisis selectiva. Este láser aporta energía en un periodo muy corto de tiempo, del orden de nanosegundos, de modo que destruye las lesiones pigmentadas de forma específica,
respetando el tejido sano de alrededor. El desarrollo de estos láseres de pulso ultracorto, específicos para las manchas, ha permitido a los dermatólogos tratar la pigmentación cutánea con gran eficacia y un bajo riesgo de complicaciones.
Otros tratamientos que son adecuados para algunos tipos de manchas son las cremas despigmentantes y la crioterapia. El tratamiento con crioterapia o congelación con nitrógeno líquido no es tan selectivo y puede irritar temporalmente la piel y presenta un riesgo de cicatrización o decoloración permanente.
Si preocupan o desagradan las manchas se deben comentar las opciones cuidadosamente con un médico especializado en afecciones de la piel (dermatólogo). Además, hay que asegurarse de que el dermatólogo está especialmente capacitado y tiene experiencia en la técnica que se está considerando.