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Primeros resultados del Programa de Cribado de Cáncer de Pulmón del HUGC


  • Hasta ahora ha incluido a 35 personas, entre las que se han detectado 3 nódulos de pulmón sospechosos y, de estos, un tumor en fase temprana
  • El 90% de los casos de cáncer de pulmón se detectan en fumadores, por lo que el programa incluye ayuda para la deshabituación tabáquica
  • Como novedad, este cribado ofrece la biopsia líquida, una prueba menos invasiva que la biopsia de tejido, para determinar la malignidad de los nódulos y cotejarla con la biopsia clásica

El Hospital Universitari General de Catalunya y el equipo de oncología torácica del Instituto Oncológico Rosell (IOR)-Pangaea Oncology han impulsado un Programa de Cribado de Cáncer de Pulmón mediante TC de bajas dosis para detectar esta enfermedad en estadios iniciales (I y II) cuando las probabilidades de curación son más altas. El programa está destinado a personas de entre 50 y 75 años, grandes fumadoras activas o exfumadoras con menos de quince años de abstinencia y, por tanto, en riesgo de desarrollar este tumor por fumar. Las personas que crean estar en riesgo deben acudir a su centro de atención primaria o a su neumólogo de referencia para que valore su derivación a este programa.

Desde noviembre de 2023 y hasta marzo de 2024, se ha realizado este TC de bajas dosis a un total de 35 personas, que cumplían con los criterios del programa de cribado y que han firmado el consentimiento informado (CI) para acceder a este y realizarse el TC de bajas dosis. Hasta ahora, se han detectado 3 nódulos sospechosos de cáncer de pulmón, de los que uno ha sido un hamartoma (una lesión benigna), otro una lesión en vidrio deslustrado (pendiente de analizar metabólicamente con una segunda prueba, de PET-TC) y el tercero un adenocarcinoma de pulmón en estadio I, por tanto, en estadio precoz y curable.

"Uno de estos tres casos se ha confirmado que es un cáncer de pulmón. Afortunadamente en el estudio de extensión hemos visto que se trata de una lesión única, en estadio I, y que, por tanto, podrá ser subsidiaria de una cirugía curativa. De hecho, el objetivo del programa de cribado es detectar una enfermedad en estadio temprano para aumentar las posibilidades de éxito o curación. La detección de tumores de pulmón en estadio I o II aumenta mucho estas posibilidades, ya que en muchos casos podemos ofrecer una cirugía que cura", destaca la Dra. Irene Moya, oncóloga médica en el HUGC y coordinadora del proyecto en el área de oncología médica del centro.

En caso de hallar un nódulo pulmonar sospechoso, se convoca a las personas participantes para realizarse otras pruebas complementarias: un TC de tórax con contraste, un PET-TC para un estudio de extensión, una biopsia del nódulo y un estudio funcional respiratorio. Un aspecto novedoso y singular del cribado del IOR es que, de forma adicional y voluntaria, se ofrece a los pacientes una biopsia líquida, para determinar la malignidad o no del nódulo detectado.

"Enfrentarse a estas pruebas puede generar preocupación y cierta ansiedad por los resultados, por lo que, dentro del programa de cribado, está previsto que el clínico que acompaña al paciente ofrezca también soporte psicológico. Además, este programa debe ir acompañado, de forma imprescindible, de un plan de deshabituación tabáquica, de modo que, a aquellos sujetos que mantengan un consumo activo de tabaco, les asesoramos y ayudamos para que lo abandonen, y lo trabajamos de forma coordinada con el neumólogo que atiende a los pacientes en el hospital, la atención primaria y las unidades de psiquiatría clínica, pues no olvidemos que el tabaquismo es una adicción", informa la Dra. Moya.

Tras la realización de un primer TC de bajas dosis, surgen tres escenarios de seguimiento de los pacientes. "El primero es el del paciente en el que no se detecta ningún nódulo y que quedaría emplazado al año siguiente para realizarse un TC de baja dosis con una periodicidad anual, durante cinco años y hasta una edad máxima de 80 años; el segundo es el del paciente al que se le detecta un nódulo aparentemente benigno, pero que se ha de seguir y respecto al cual el radiólogo experto en informar del TC de tórax indicará, en función de las características radiológicas del nódulo, y junto con el neumólogo, cada cuánto hay que hacer el seguimiento; el tercero es la detección de un nódulo de sospecha de malignidad que, por lo general, son nódulos sólidos de más de 6 mm, en los que sí estaría indicado un estudio complementario, con un TC de tórax convencional, un estudio de extensión mediante PET-TC, para comprobar si es una lesión única o hay más lesiones, y una biopsia del nódulo", explica la Dra. Moya.

"Un valor añadido y diferencial del programa de este cribado es que ofrece la biopsia líquida a los pacientes con un nódulo que parece benigno o sospechoso, según los criterios radiológicos. Esta es una prueba no invasiva que se realiza a partir de una simple extracción de sangre que luego se analiza en el laboratorio, pero de momento no sustituye a la biopsia convencional, sino que la complementa. Se ofrece de forma opcional, previa firma de otro consentimiento informado, en el marco de una investigación. Y sus resultados se correlacionan con los de la biopsia convencional para determinar la malignidad de una lesión", añade.

El contexto: cáncer de pulmón, tabaquismo y cribado

El cáncer de pulmón es la causa de muerte por cáncer más frecuente en el mundo, la cuarta causa de muerte global tanto en hombres como en mujeres en España y cada año se diagnostican unos 30.000 casos nuevos (65 casos por 100.000 habitantes), según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), mientras que en Cataluña cada año se diagnostican unos 4.000 casos de cáncer de pulmón, bronquios y tráquea, según datos del Plan Director de Oncología y los registros poblacionales de cáncer de Girona y Tarragona. En concreto en 2020 se diagnosticaron 3.055 en hombres y 975 en mujeres y se estima que, en 2025, bajarán ligeramente a 2.928 casos en hombres y aumentarán a 1.253 casos en mujeres, según los datos y proyecciones para Cataluña de las mismas fuentes.

El tabaco es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón. El 90% de los nuevos casos se hallan en fumadores y, solo eliminando este hábito, podrían evitarse 30 de cada 100 casos, según el Grupo Español de Cáncer de Pulmón.

En España, más del 50% de los casos de cáncer de pulmón se diagnostican de forma avanzada, porque tardan en dar síntomas y "no hay herramientas para su detección precoz. Es uno de los más mortales, si se compara a otros tumores muy prevalentes, como los de próstata, mama o colorrectal, para los que sí que existe un programa de cribado poblacional", apunta la Dra. Moya. A los 5 años, en estadios I y II, la supervivencia del cáncer de pulmón es mayor del 60%; en estadio III (tumor localizado avanzado), baja a la mitad, 34,8%; y en estadio metastásico, a menos del 10%, según datos del National Cancer Institute, de Estados Unidos.

En los últimos años, dos estudios publicados en The New England Journal of Medicine, han demostrado que es posible reducir la mortalidad de este cáncer realizando a la población de riesgo un TC de bajas dosis. En el estudio norteamericano NLST, en más de 50.000 personas, la tasa de mortalidad se redujo un 20%, y en el NELSON, en 7.000 personas de Países Bajos, cayó un 26%.