La cirugía de Mohs
La terapéutica del cáncer cutáneo incluye técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas. Dentro de las quirúrgicas, la cirugía micrográfica de Mohs es la técnica mediante la cual se logra revisión completa de los márgenes quirúrgicos con máxima preservación del tejido, asegurando el menor riesgo de recidiva y con unos mejores resultados cosméticos.
La cirugía de Mohs ha emergido como una opción terapéutica para carcinomas de estirpe agresiva con alto riesgo de recidiva local. El servicio de Dermatología, conjuntamente con el servicio de Anatomía Patológica, del Hospital Universitari General de Catalunya tienen una gran experiencia en esta técnica que realizan desde hace más de 30 años y a la que se han sometido centenares de pacientes.
La terapéutica para el abordaje del cáncer de piel incluye técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas. Entre las quirúrgicas destaca la cirugía micrográfica de Mohs, el tratamiento quirúrgico más efectivo para eliminar el carcinoma basocelular y otros carcinomas localmente agresivos. Con esta técnica se logra la revisión completa de los márgenes quirúrgicos con máxima preservación del tejido sano con fines estéticos y funcionales ya que cirujano extirpa el cáncer de piel capa por capa.
Cada capa de tejido se examina bajo un microscopio hasta que los bordes del tejido extirpado están libres de células cancerosas cuando se visualizan bajo un microscopio. El microscopio proporciona un método extremadamente preciso para extirpar el tejido canceroso, paralelamente, se preserva la mayor cantidad de tejido sano y se evita la necesidad de una cirugía adicional.
El paciente permanece en el quirófano mientras se va analizando el tejido extraído hasta que se llega a piel sana. Asegurando entre el 97-99% de los casos la curación del tumor. Esta técnica que fue desarrollada por el Dr. Frederick Mohs en la década de 1930.